Después de toda la noche sin comer nada, el organismo necesita ingerir alimentos que le ayuden a ponerse en marcha y empezar el día con energía.
Incorporar hábitos saludables como disfrutar de la hora del desayuno es tarea fácil ya que puede bastar con preparar una taza de tu bebida favorita, una tostada con mantequilla y mermelada o algo salado, un zumo de fruta, galletas o cereales.
En poco tiempo comprobarás los beneficios que aporta empezar el día así, y es que se calcula que la primera comida del día debe administrar aproximadamente el 25 % de la energía necesaria para afrontar la jornada.
Por eso es recomendable optar por un desayuno sano y variado.
Las ventajas de desayunar se notan desde el primer día ya que aumenta la concentración y la memoria debido a que nos aporta glucosa que es el alimento del cerebro.
La glucosa es también responsable de que el sistema nervioso funcione bien, lo que se traduce en un mejor humor.
Además desayunar ayuda a controlar nuestro peso, ya que gracias a esta sana costumbre evitamos llegar a la hora de comer hambrientos y con ansiedad.
Hay quien pone como escusa para no desayunar que se levanta sin hambre.
Si quieres levantarte con apetito, nada mejor que cenar ligero y temprano y salir de la cama con tiempo suficiente para abrir el apetito.
En los países europeos el desayuno más extendido es el llamado Continental que habitualmente se compone de café con leche y bollería, principalmente croissants, que a menudo van acompañados de mermelada, crema o están rellenos de chocolate.
Lo normal es servirlo con zumo de naranja y se puede añadir fruta, cereales, yogur, jamón y otros embutidos.
Por su parte el English Breakfast, originario de Reino Unido, ha traspasado sus fronteras y suele incluir huevos fritos o revueltos, tostada, bacon, salchichas, tomate frito y judías.
Opcionalmente se le pueden añadir champiñones, patatas fritas y morcilla.
El desayuno que tomemos debe ir en consonancia con nuestro estilo de vida y el resto de comidas que vayamos a realizar.
Desayunos tan contundentes como el inglés son habituales entre aquellos que a la hora de comer sólo toman un tentempié.
En nuestro país esta práctica no suele ser habitual ya que la comida que hacemos al mediodía no suele ser tan ligera.
Por eso y dado su elevado aporte calórico aunque este desayuno resulta de lo más apetecible, lo recomendable es reservarlo para el fin de semana. que es cuando podemos desayunar con mayor tranquilidad y además tenemos tiempo de practicar ejercicio y realizar alguna actividad física.
En su lugar, si nos apetece desayunar salado más que dulce, podemos decantarnos por una tostada con tomate y aceite.
Sea cual sea nuestra opción, no olvidemos nunca empezar el día con un buen desayuno.