CEPILLO DE DIENTES Elige el mejor para tu boca

Una mala elección o conservación de nuestro cepillo de dientes puede restarle eficacia o lo que es peor, dañar nuestra boca.
Dado que ninguna boca es igual a otra es importante que nos fijemos a la hora de elegir un buen cepillo de dientes tanto en el tamaño de la cabeza del cepillo como en la disposición y la rigidez de las cerdas.
Así que lo mejor es dejarse aconsejar por el dentista.

En el caso de que hayamos sufrido alguna enfermedad contagiosa podemos comprar uno nuevo ya que el cepillo puede ser un foco de bacterias y gérmenes.
Aunque casi siempre solemos guardarlo en el baño parece que no es lo correcto ya que al tener un ambiente húmedo favorece el crecimiento de microorganismos.
Lo ideal sería conservarlo en un sitio seco, en posición vertical y al descubierto para dejarlo secar al aire.

A la hora de limpiarlo debemos sumergirlo en enjuague bucal tras aclararlo y limpiarlo bien antes de estrenarlo.
En cuanto al cepillado perfecto este debe ser suave con un poco de pasta y con una duración de unos dos minutos.
Un cepillado vigoroso o con un cepillo inadecuado puede desgastar el cuello de los dientes, retraer las encías y provocar sensibilidad.

También hay que limpiar la lengua y usar seda dental y si tienes problemas con las encías, no estaría de más que nos hiciéramos con un irrigados dental de agua a presión para combatir con efectividad la placa.

Cuidar la boca siempre es importante y con la ayuda de un buen cepillo todo es mucho más fácil.