jueves, 17 de marzo de 2016

KONJAC Esponja hecha de plantas asiáticas milenarias



Aunque su nombre suene muy extraño y esté realizada con las raíces de una planta asiática del mismo nombre, Konjac es una esponja limpiadora que supera todas las expectativas.
El konjac es un vegetal rico en minerales, fibras y vitaminas que es un limpiador apto para todas las dermis.
Sus dos puntos fuertes son su naturaleza alcalina que equilibra la acidez de la piel y su capacidad de mantener la humedad.


Como resultado retira las impurezas sin dañar el PH estimulando la circulación de la sangre y ayudando a la renovación celular.
Las esponjas konjac más puras se utilizan para la higiene de los bebés, las de cuerpo son ideales para usar después de la depilación y existen otras para deportistas que revitalizan los músculos tras el ejercicio.
Si alguna vez has tocado una konjac puede que no te apetezca pasártela por el cutis ya que cuando está seca es dura como una piedra.


Si consigues olvidar esta primera impresión, ponla debajo del grifo y verás como se convierte en una esponja muy suave.
Basta con escurrir el exceso de agua y masajear la piel con movimientos circulares durante un par de minutos para dejarla totalmente limpia.
Según como sea la podrás utilizar sola, si está enriquecida con arcillas específicas, o si lo prefieres con agua micelar o desmaquillante.


Su variedad es muy amplia: clásica con arcilla roja para cutis secos, con té verde antioxidante o carbón de bambú ideal para las que tienen acné.
El resultado es el de una piel limpia, radiante y aterciopelada sin ninguna tirantez.
Si quieres usarla y disfrutar de ella no olvides utilizarla para retirar el maquillaje, enjuagarla sin retorcerla cuanto hayas terminado de utilizarla con el fin de mantener sus fibras en buen estado y dejarla a secar en un lugar ventilado.


Su vida útil depende de su uso, lo normal un par de veces al día, que por lo general suele estar entre los dos y tres meses.
Si quieres que te dure intacta hasta el final, lo mejor es que periódicamente la desinfectes en agua hirviendo.


Si quieres iniciarte en el ritual asiático de la belleza, no puedes dejar de empezar a utilizar una de estas esponjas realizadas con plantas milenarias, tu piel te lo agradecerá.



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