Para los noruegos, la cría del salmón es mucho más que una profesión, es una pasión, un estilo de vida.
Han nacido y crecido sintiendo el orgullo de ser uno de los mayores productores de salmón a nivel mundial porque detrás de un salmón que tiene el mejor sabor del mundo se encuentra toda la pasión que se ha transmitido durante generaciones basada en el conocimiento, la exigencia y el rigor en todo lo que hacen.
Su ubicación donde las frías aguas del Artico confluyen con la cálida corriente del Golfo, proporcionan la corriente y la temperatura idóneas junto con una costa con islas, islotes y fiordos que son la cuna perfecta para el salmón más sostenible del planeta.
Su tradición marinera y de pesca se remonta a miles de años y su larga experiencia junto con su forma de planificar el futuro les avalan.
Se encuentran en constante innovación para aprovechar los recursos del mar de una manera sostenible.
Noruega es un país construido entorno a su industria de pescados y mariscos y por este motivo lo quieren seguir protegiendo durante años.
Su método de cría, su amplia red de distribución y su actitud hacia los salmones criados en el océano les permiten entregar un producto de alta calidad a más de 100 países preservando los ciclos naturales y cuidando el medio ambiente.
Para que el cliente disfrute del mejor sabor, desde las huevas hasta su madurez, sus productores desarrollan un modelo sostenible que ha sido reconocido en todo el mundo.
Los salmones son criados durante tres años con una dieta nutricional que asegura su crecimiento sano para garantizar la máxima calidad disponible cada día.
Finalmente, no hay que olvidar los más de 100.000 segundos que sus productores pasan cuidando hasta el más mínimo detalle, los más de tres años en los que el salmón crece despacio en aguas cristalinas, los más de 2.500 Km de costa en los que se desarrollan ni los más de 40 años de pasión y conocimiento puestos al servicio del mejor producto para el cliente.
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