Para muchos dormir es una verdadera pasión y buscar la cama perfecta puede convertirse en un objetivo prioritario. Por ello Hästens quiere conseguir el descanso perfecto gracias a las que se consideran las mejores camas del mundo y que consiguen hacer realidad gracias a la experiencia de generaciones y a su fabricación artesanal con materiales 100 % naturales.
Para esta empresa sueca cambiar el mundo a través del sueño es una verdadera misión. Quieren ofrecer el mejor sueño y por consiguiente la mejor cama y para ello sólo utilizan los mejores materiales naturales como son la crin de caballo, algodón, lana y lino procedentes de fuentes sostenibles. El pino sueco y el acero proporcionan además el máximo confort, descarga, calidad y durabilidad.
Al ser fabricadas en materiales naturales estas camas ofrecen un sueño más profundo y natural unido a un descanso restaurador y rejuvenecedor que proporciona energía natural, mejor humor y un aspecto más joven cada día y cada noche ya que los beneficios de un buen sueño se traducen en una vida mejor, más sana y feliz.
Los maestros artesanos y los creadores de productos Hänstens han ensayado distintas combinaciones de crin, algodón, lino y lana hasta encontrar el equilibrio perfecto en una cama que sostiene y apoya todo el cuerpo aunque también te permite que nos podamos hundir y relajarnos ya que no es excesivamente rígida.
Todas las camas están realizadas totalmente a mano y los modelos que actualmente están en el mercado son Vividus, Continental , Bastidor y Articuladas junto con accesorios y ropa de cama a juego.
El presidente de la empresa sueca Jan Ryde considera que la manera óptima de entrar en fase REM, la que se produce cuando soñamos, es hacerlo sin tomar estimulantes artificiales y por este motivo se debe construir nuestro lugar de descanso sin recurrir a la espuma de poliuretano o látex sintético que es la composición básica de la mayoría de los colchones.
El precio de estas camas que pueden llegar a pesar hasta 182 kg y tardan en montarse entre 3 y 160 horas, parte de los 1.500 euros y puede llegar a valer hasta 65.000 euros un precio elevado que se justifica por la exclusividad de sus materiales y sus fabricación manual.
Por ejemplo la crin de caballo que se utiliza se hierbe para prevenir cualquier reacción alérgica y se le hace la permanente mediante un trenzado que la convierte en una soga que se deja en reposo en una sala a temperatura cálida durante unos días.
Al desarmar la cuerda, las hebras adquieren una forma rizada, fundamental para que el lecho resulte mullido. El algodón, por su parte, tiene una enorme capacidad para eliminar el sudor, mientras que la lana es un climatizador natural: se mantiene fresca en verano y cálida en invierno.
Además confeccionan también tres tipos de almohadas de plumas y edredones.
La seña de identidad exterior son los cuadros Vichy en azul sobre fondo blanco, todo un clásico fuera de modas, si bien se pueden pedir en otros colores. Los adoptaron en los años 60 sabiendo que iban a contracorriente, pero nunca han querido parecerse a nadie y consideran que cuando se adquiere una de sus camas se tiene también un mueble bonito o una inversión para toda la vida.
Producen cerca de 20.000 camas al año, de las que más del 80% se exportan lo que contribuye a difundir sus 10 mandamientos del descanso a todos sus clientes: elegir un lugar fresco y oscuro, seguir un horario regular, relajarse antes de ir a la cama, exponerse a la luz del día que nos ajusta el reloj interno, levantarse si no es posible conciliar el sueño, practicar algún deporte de forma regular, no irse hambriento a la cama, tampoco lleno, reducir el consumo de bebidas con cafeína, controlar el tabaco y el alcohol y evitar el consumo de somníferos.
Existe un undécimo mandamiento que consiste en elegir una buena cama, ancha, larga y cómoda mejor si es una de esta marca. Con todas estas recomendaciones sólo queda plantearse si realmente queremos disfrutar de esas maravillosas horas de sueño en la mejor cama del mundo.
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