Mast Brothers no son el nuevo grupo de moda de la zona más hipster de Nueva York, ni mucho menos, aunque por su apecto podrían serlo, sino que son maestros chocolateros de Williamsburg que recientemente acaban de abrir tienda en Manhattan.
Rick y Michael han pasado de fabricar sus propios chocolates orgánicos a comercializarlos en South Street Seaport, una zona de reciente renovación urbanística cerca del puerto.
La tienda se encuentra situada en un antiguo almacén de metales del siglo XIX.
Como ellos mismos reconocen el chocolate y todo lo que les rodea forma parte de su modo de vida.
Si visitais su tienda entaréis en un mundo fascinante en el que además de saborear todas las variedades que ofrecen, podréis conocer como se fabrican.
Cuidan al máximo las materias primas colaborando con diferentes granjas para conseguir que la textura del producto y su sabor consigan transmitir a través del paladar todo un mundo de sensaciones, tantas como cada uno de los sabores que tienen a la venta.
En esta fábrica artesanal crean una barra de chocolate hecho a mano en pequeñas cantidades y de sabores sofisticados.
Los Mast, naturales de Rick Iowa, llegaron a Nueva York con la intención de hacer carrera en el cine y la cocina, pero sus planes cambiaron al descubir su talento para el chocolate introduciéndose poco a poco en el mercado a través de pequeñas boutiques gourmets.
A partir de ese momento cambiaron su enfoque creativo.
En cuanto al cacao que utilizan lo importan de pequeñas plantaciones situadas en Ecuador, Madagascar y Venezuela.
El espacio que ocupa su tienda tiene un ambiente rústico, sin pretensiones, modelando ladrillo y vigas del techo a la vista. Mantienen un viejo ascensor de carga y una barra de madera que procede de una heladería de Pennsylvania. Lo ambientan con una banda sonora de bluegrass y música clásica.
Para disfrutar de una mágnifica tableta de chocolate no se me ocurre nada mejor que hacerlo a ritmo de ALAN JACKSON y su Small Town Shouthern Man.
En esta fábrica artesanal crean una barra de chocolate hecho a mano en pequeñas cantidades y de sabores sofisticados.
Los Mast, naturales de Rick Iowa, llegaron a Nueva York con la intención de hacer carrera en el cine y la cocina, pero sus planes cambiaron al descubir su talento para el chocolate introduciéndose poco a poco en el mercado a través de pequeñas boutiques gourmets.
A partir de ese momento cambiaron su enfoque creativo.
En cuanto al cacao que utilizan lo importan de pequeñas plantaciones situadas en Ecuador, Madagascar y Venezuela.
El espacio que ocupa su tienda tiene un ambiente rústico, sin pretensiones, modelando ladrillo y vigas del techo a la vista. Mantienen un viejo ascensor de carga y una barra de madera que procede de una heladería de Pennsylvania. Lo ambientan con una banda sonora de bluegrass y música clásica.
Mast Brothers producen alrededor de diez sabores desde una mezcla de almendra y sal marina a la popular sal y pimienta.
Cada una de las tabletas se envuelve en una hoja de oro y papel grueso italiano de inspiración vintage, floral, paisley, estampados y dibujos. Los visitantes pueden congregarse en torno a la mesa de la cocina y disfrutar del gusto de ver las puntas de chocolate con cáscara molerse con un rodillo de piedra de granito. Toda una experiencia para todos los amantes del este dulce placer.
Os dejo su dirección en Brooklyn para los afortunados que os podáis acercar y para los que no, podéis echar un vistazo a su página web en la que podréis disfrutar de 3 cortos que ilustran su gusto estético y la perfección por lo bien hecho.
A través de ella podéis aquirir sus productos.
A través de ella podéis aquirir sus productos.
111 N 3rd St, Brooklyn, NY, 11249
Abierto todos los días de 12 a 19:00 h.
(718) 388-2644
mastbrothers.com
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